En el ámbito laboral las mujeres tienen metas cada vez más claras: desarrollo profesional, capacitación, posibilidad de crecimiento y confianza para asumir nuevos desafíos. Y, por supuesto, convivir en un espacio libre de violencias. En un mundo donde la bandera de la equidad busca flamear alto, ellas se forman para liderar equipos o lanzar sus propios emprendimientos y empresas. A diferencia de los mitos basados en viejos estereotipos de género, saben lo que quieren y se esfuerzan a diario por conseguirlo, pero ¿están dadas las condiciones para que esto suceda?

Lejos de las formas más tradicionales de familia en la que las mujeres se dedicaban solo a la crianza y al trabajo doméstico, cada vez más trabajadoras buscan avanzar en sus carreras profesionales y ganar liderazgo en su espacio laboral. Sin embargo, es necesario que estos espacios permitan compatibilizar sus responsabilidades laborales con las del hogar. Según un estudio realizado por ManpowerGroup, el 42% de ellas considera que ocupar cargos de decisión en una estructura organizacional está directamente relacionado con que ese sea un espacio flexible, ya que todavía las tareas de cuidado están fuertemente feminizadas. Si bien es notorio cómo aún las mujeres no están en el mismo punto de partida y, muchas veces, siquiera tienen el mismo punto de llegada, podemos ver una cultura que lentamente va tallándose en pos de la equidad. Ahora bien, ¿qué pueden hacer las empresas, puertas adentro, para acelerar este proceso?

En tanto, el 33% de las encuestadas por el estudio evaluó que son necesarias políticas laborales dirigidas a reducir prejuicios de género. “Los empleadores deben cumplir con el llamado a apoyar a las mujeres en su fuerza laboral. Nuestra investigación es clara: cuando se trata de liderazgo, las mujeres no buscan favores, solo igualdad de condiciones. Descubrimos que las mujeres líderes reconocidas enfrentan obstáculos familiares a lo largo de su carrera, que incluyen falta de modelos a seguir y falta de acceso a patrocinadores y redes influyentes”, sostuvo Ana María Muñoz, Gerente de PR, Comunicaciones y Marketing de ManpowerGroup Colombia.

En Argentina también se observa la brecha: según los datos recientes del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), la tasa de empleo de las mujeres es del 47.1%, por debajo de la de los varones, que es del 65.7%. Las trabajadoras buscan acceder cada vez a más y mejores oportunidades laborales y, para ello, cuando tienen la información y la oportunidad de acceder, se capacitan en habilidades blandas y las específicas de su área de desarrollo. 

En sintonía con la agenda de Desarrollo Sostenible que elaboró la Organización de las Naciones Unidas para 2030, uno de los principales obstáculos para lograr la igualdad de género de cara a la siguiente década es la falta de financiamiento en el mundo de medidas destinadas a alcanzar tal equidad.   Por eso, para este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la ONU convocó a alinear acciones de visibilización bajo el lema “Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad.”

Lo que ellas quieren

A la hora de elegir un ámbito laboral en el que desarrollarse, las mujeres valoran que en ellos se ponga fin a las microagresiones, el recorte de oportunidades por prejuicios de género y el menosprecio a su experiencia. Les importa que puedan ganarse sus lugares de reconocimiento y liderazgo a partir de mostrar resultados o propuestas estratégicas a la par que sus compañeros varones. Es decir, esperan un espacio de respeto a sus capacidades. 

La  consultora de alta dirección argentina McKinsey & Company es clara con su análisis del escenario: “Si las empresas no toman medidas, corren el riesgo de perder no solo a sus mujeres líderes actuales, sino también a la próxima generación” y, con ellas, a todo un universo de buenas ideas.

Crecer en el universo del trabajo para las mujeres es un desafío histórico. Aunque con el correr de los años las dificultades para acceder a educación y empleo fueron disminuyendo, todavía existe una brecha de género en el acceso a oportunidades y reconocimiento salarial. Incluso en un escenario a veces desigual, luchan por conquistar logros y ser valoradas como cualquier otro trabajador en su campo de expertise. Lograrlo no solo les brindará beneficios a ellas sino que hará entornos laborales cada vez más justos y equitativos.