Manejo de grupo y empatía

La retroalimentación es crucial para el desarrollo del talento en una organización y es cada vez más desafiante en un mundo donde muchas de las posiciones laborales son híbridas o remotas. Si bien puede ser un momento de estrés para quienes dan y quienes reciben la devolución, tiene una relevancia fundamental en el funcionamiento de los equipos y de las organizaciones. La comunicación empática y asertiva de logros y desafíos es clave para lograr un feedback exitoso. 

La devolución constante y constructiva no solo nutre el desarrollo individual de cada profesional, sino que también fortalece la cohesión del equipo y promueve un ambiente propicio para la innovación y la excelencia en el desempeño laboral. Es decir, impulsa el crecimiento de una organización. Al hacerlo, es importante poner en práctica algunas estrategias de comunicación como enfocarse en los procesos y no dar devoluciones aisladas o asumiendo cualidades personales de nuestro interlocutor o interlocutora, utilizar un tono cercano que sea acorde al mensaje y escuchar activamente durante toda la conversación. 

Brindar un feedback oportuno y empático -sin perder de vista qué rol ocupa cada persona en el funcionamiento interno del equipo laboral- puede ser la llave para llevar a una empresa al siguiente escalón de desempeño. Por eso, compartimos algunos tips para aprovechar al máximo la posibilidad de feedback.

Preparación y contexto

El momento elegido para dar un feedback es muy relevante. La retroalimentación impacta más cuando la otra persona está preparada para recibirla y, en lo posible, tiene predisposición para la escucha. Por ejemplo, si quien lidera la devolución elige para compartirla el momento en el que el equipo está cerrando informes cruciales del mes, tendrá menos disponibilidad de análisis que si se hace en un momento menos estresante y pactado de antemano con el fin de hacer devoluciones. Planificar con anticipación y proporcionar detalles sobre la sesión ayuda a reducir la ansiedad asociada con esta práctica, lo cual genera más permeabilidad a recibir feedback. 

Claridad y especificidad

A la hora de conversar, cuanto menos vago sea el mensaje más posibilidades de interpretación positiva y asimilación tiene. Se puede señalar un máximo de tres áreas específicas de mejora y recalcar también aspectos positivos del ejercicio laboral. Hay muchas técnicas que ayudan a formular y estructurar el feedback de manera efectiva. Desde EduStorm recomendamos dos: “sandwich del feedback” y “escalera de la retroalimentación”. Ambas técnicas ofrecen una estructura que busca que podamos reconocer logros concretos, valorar lo que cada colaborador o colaboradora trae al equipo y, a su vez, resaltar aquellas oportunidades de mejora y desafíos en los cuales hay que seguir trabajando.

Cultura de la retroalimentación

Es fructífero crear un entorno donde, tanto dar y como recibir feedbacks, sea la norma. Esto permite normalizar el proceso de evaluación y devolución para el crecimiento del equipo y el espacio de trabajo. La comunicación fluida y respetuosa, en ambientes remotos e híbridos y presenciales, fortalece la confianza y quita las sorpresas negativas sobre el funcionamiento del equipo y el entorno laboral.

Retroalimentación bidireccional

Una retroalimentación efectiva no es una conversación unilateral. Es importante que al compartir un feedback se contemple un espacio para escuchar qué tiene para decir la persona que lo recibe. Puede suceder que se lleguen a ideas o estrategias positivas de mejora de ese intercambio, o que se identifiquen fallas previas en los procesos o el acceso a la información. El objetivo siempre es potenciar la labor colectiva, todo aporte es bienvenido.

Herramientas de retroalimentación

Este es el momento del mundo ideal para utilizar las tecnologías al servicio del crecimiento organizacional. Implementar herramientas como evaluaciones de 360 grados puede ser beneficioso, que es recopilar comentarios -generalmente anónimos- de múltiples fuentes sobre un mismo proceso para tener una visión más completa y objetiva del desempeño. Por ejemplo, consultar con diferentes áreas, proveedores y clientes cómo se desempeñó determinado colaborador, para analizar su trabajo desde distintas aristas y brindarle una devolución integral.

Seguimiento y apoyo

No abandonar el contacto y la posibilidad de comunicación después de dar un feedback es muy importante. Hacer un seguimiento para ver cómo han asimilado las sugerencias y ofrecer apoyo para alcanzar los objetivos establecidos fomentará el desarrollo de la confianza, aun en esas circunstancias en las que las devoluciones no fueron las mejores. Se puede tener fallas en el trabajo porque son mejorables, pero no se puede decepcionar la confianza del equipo en su líder porque difícilmente pueda transformarse en algo bueno.

Las relaciones interpersonales son exitosas cuando permiten una comunicación asertiva y ordenada. El ámbito laboral no es la excepción: elaborar cuidadosamente el contenido de una devolución de desempeño, encontrar con qué tono decirla y en qué momento y lugar son herramientas necesarias para que el feedback sea provechoso y cumpla su objetivo de profundizar la efectividad en el funcionamiento de una organización.

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